1980-1983: El Frente 0.
La constatación de que la Dictadura Cívico-Militar había llegado para quedarse y refundar el país, con una Nueva Constitución y la institucionalización del Terrorismo de Estado como estandartes. La crisis económica que azotó a la nación desde inicios de la década.
El persistente ejemplo de digna resistencia de Salvador Allende en La Moneda y los compañeros del MIR durante toda la primera década del Terror. Las acciones espontáneas y cada vez mayores de militantes comunistas dispuestos a resistir con armas a la Dictadura. La exitosa experiencia insurreccional en Nicaragua, con la participación de militares chilenos comunistas, socialistas y miristas formados en Cuba.
El Partido Comunista de Chile, azuzado por todo lo anterior, radicalizando sus posiciones teóricas hasta llegar al famoso “pleno del ‘80”, donde se aprueban “todas las formas de lucha” contra la Dictadura y se definen 3 componentes esenciales: La unidad de todas las fuerzas antifascistas, la lucha de masas dentro y fuera del sistema, y el desarrollo del componente militar en apoyo de la lucha de masas.
La propuesta política: Rebelión Popular de Masas. Un proceso de lucha en todos los planos, que abarque las más diversas formas, desde la desestabilización hasta la insurrección, utilizando las formas legales, semilegales, acciones clandestinas, secretas, armadas y no armadas, en todos los frentes de la lucha popular.
Su propósito militar, cambiar la correlación de fuerzas con el desarrollo de la Fuerza Militar Propia del pueblo, que garantice la dirección de las acciones y oriente con la preparación requerida para aquellas.
Ante la falta de estructuras (diezmadas por la dictadura y nunca antes preparadas para tareas militares), comienza de manera muy artesanal a canalizarse la energía de cientos de militantes hacia tareas de propaganda armada y recuperación de armamento. En la organización, cada célula comunista agrega a los clásicos 1 (encargado político) y 2 (encargado de organización) el 0, encargado militar de la estructura.
Las primeras unidades del Frente 0 pasan paulatinamente a tomar forma en Valparaíso, Concepción y Santiago bajo el nombre de “Comando Manuel Rodríguez”, que inicia las primeras acciones centralizadas dependiendo del Comité Central de las Juventudes Comunistas.